La inquebrantable fragilidad de una amistad
Una de las características esenciales de una amistad es que está libre de cualquier obligación o atadura.
Es precisamente eso, lo que, contradictoriamente, en muchos casos, convierte una amistad en una relación sumamente duradera y sólida.
Con un amigo o una amiga no hay expectativas, no hay juicios de valor, y si los hubiere, lo único que un buen amigo te puede decir es la famosa frase “te lo dije”.
Pero no por ello la lealtad se verá perjudicada.
Una diferencia de opiniones, por muy profunda que sea, nunca llevará a una “ruptura” o el fin de esa amistad.
Quizás y por otro lado, esa sea precisamente una manera de comprobar si la relación que existe entre dos personas es una amistad u otra cosa.
Amistad y pareja
La pareja es algo más complejo.
Si una relación de pareja es el resultado de una amistad, esa amistad muy probablemente terminará corroída y finalmente disuelta por la relación de pareja.
Entre otras cosas contribuyen a eso la formalización del vínculo, la fidelidad inexcusable, compartir obligaciones, y más tarde quizás hijos y la vida en familia.
El peso de esas responsabilidades y compromisos ciertamente se contrapone a la aparente levedad de un vínculo amistoso.
Sin embargo, eso, no debería definir la naturaleza de una relación en pareja.
El cambio del Mindset lo hace posible
Nuestra tradición y cultura definen nuestro Mindset. Imaginar que una amistad es compatible con una relación de pareja no siempre encaja en nuestro marco de referencia.
Sin embargo introducir el concepto de amistad en una pareja la insufla de oxígeno mediante una libertad y respetos diferentes.
Ofrece un espacio de enriquecimiento individual, y propicia la paulatina madurez de la pareja.
Relajar los amarres, de vez en cuando y modificar la dinámica de la relación, aunque sea solo “unas vueltas de tuercas”, amplia el horizonte creativo de una pareja.
Para ello es imperativo destinar un espacio de tiempo regular y reincidente a la creación de ese ámbito. Muchas veces se recomienda acompañarlo de una salida, sin amigos.
El ámbito de amistad en la pareja brinda la oportunidad de salir del rol de papá y mamá o de “esposa y esposo” e intercambiar pareceres, vivencias y por qué no preocupaciones en un contexto distendido y relajado.