Hoy, son muchas las áreas en las que podemos aplicar la mediación de conflictos. Desde el ámbito laboral, pasando por el ámbito jurídico e incluso en nuestra vida privada.
En cada caso, el conflicto se compone de partes que en un principio se complementaban. Con el tiempo esas partes comienzan a separarse, pero siguen siendo siempre un todo. Un solo cuerpo o un solo sistema, si se quiere.
Cuanto mayor es el tiempo que ha pasado tanto más se ha consolidado ese todo. Y romperlo, partirlo, dividirlo implica dolor y sufrimiento.
La mediación sistémica analiza conflictos, fríamente desde una perspectiva amplia, generosa y recursiva. Gracias a ella descubrimos, entre otras cosas, las energías y dinámicas ocultas de las partes en conflicto. A partir de ese momento, el camino a una solución, a un consenso general y satisfactorio es solo un paso sencillo.
La Mediación Sistémica es altamente efectiva en en casos de:
- Divorcios
- Conflictos laborales
- Herencias
- Acuerdos societarios
- Creación de sociedades, empresas, etc.
- Conflictos familiares con adolescentes
- Conflictos escolares
- entre otros
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